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Se tratarán problemas de agresividad, ansiedad, destructividad, ladridos excesivos, malos hábitos higiénicos, miedos y, en general, todos aquellos comportamientos inadecuados que puedan surgir en la convivencia con su perro.

Estos problemas, la mayoría de las veces tienen solución si se pone en práctica una terapia de corrección de conductas, sin embargo es frecuente que sean motivo de que se tomen medidas injustas y radicales.

Antes de actuar de forma impulsiva hay que tener en cuenta e identificar el motivo que ha llevado al perro a actuar así. La mayoría de las veces, cuando no se tiene en cuenta el fondo del problema, el castigo  agrava la situación y deteriora la relación y confianza que el perro tiene en su propietario.

El procedimiento que se llevará a cabo será iniciará con una entrevista detallada en el domicilio de los propietarios. Una vez hecha la evaluación, se diseñarán unas pautas específicas para corregir la conducta indeseada del perro. La terapia se dará por escrito al propietario, y se le ofrecerá una explicación detallada de cada pauta que debe  seguirse.

Dependiendo de la intensidad del problema tratado, se pueden requerir sesiones en las que se les mostraría personalmente cómo actuar en  situaciones conflictivas.

Cada perro es diferente. No existe una regla universal para todos.

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